LEGALIDAD EN LAS ARTES MARCIALES MIXTAS (MMA)

Mucho se ha tocado el tema sobre la reglamentación de las Artes Marciales Mixtas en nuestro país; pero lejos de llegar a un consenso equilibrado las diferentes ligas deportivas o escuelas de este deporte se disputan de manera desorganizada la respuesta a esta incógnita que ya causan interés a las autoridades gubernamentales municipales, estatales y federales.

     Como todo deporte, las Artes Marciales Mixtas cuentan con un reglamento, el cual, en base al desempeño mundial de este deporte, se estandariza, de acuerdo a las condiciones físicas, desempeño deportivo, y cualidades atléticas de los practicantes, siempre bajo el cobijo jurídico legal en pro de la protección de los practicantes y porque no mencionarlo, la rentabilidad comercial del deporte como ganancia.

      En nuestro país no existe una ley como tal que prohíba la realización de eventos, por ello, los diferentes promotores, ligas deportivas y/o escuelas realizan eventos, en muchos de los casos sin la mas mínima idea de la operación logística que se requiere, por ello los eventos denotan una baja calidad en cualquiera de sus rubros.

      De igual manera, estos organizadores, al no tener la cultura de la legalidad, y acostumbrados a realizar sin reservas dichos eventos, dan por fincado el desarrollo de los mismos, lo cual propicia la insatisfacción de los combatientes, en muchos de los casos, por incumplimientos de los beneficios que se les prometieron por participar.

       Tristemente, de igual manera, cuando surge algún organismo instaurado legalmente para buscar el beneficio y la proyección de esta disciplina, las inconformidades por algunos de estos organizadores es notable, ya que no desean dentro de su idea "soltar" la oportunidad de seguir desarrollando eventos que solo los "beneficia" a ellos, dejando de lado a los atletas y publico que gusta este deporte.

        Un hecho claro es que el monopolio no beneficia a todos, solamente a los que lo propician, obstaculiza y no permite una proyección mayor de la difusión, desarrollo, oportunidades a nuevas generaciones de atletas; lo cual sigue un vicio patrón de conducta generacional dentro de nuestro México, que se vive en todos los ámbitos.