El Consejo Mexicano en Artes Marciales Mixtas CMAMM A.C. Comprometido en la formación integral de maestros, entrenadores, atletas dentro de las disciplinas marciales y deportes en general; trabajando profesionalmente de manera multidisciplinaria bajo el programa Psycho Sports Health (PSH) Psico Salud Deportiva / Mente y Cuerpo Saludable.

FUERZA MUSCULAR EN EL DEPORTE MARCIAL

Las exigencias de los distintos deportes y disciplinas marciales son muy especificas. En primer lugar el entrenador necesita identificar el tipo de fuerza que requiere un estilo en concreto.

 

Independientemente del aspecto o del método elegido, todos pasan por el principio de la sobrecarga. Para que un programa de entrenamiento de la fuerza tenga éxito, es necesario trabajar un músculo o un grupo muscular con una intensidad fuera de lo habitual. El cuerpo responde a la intensidad del estrés y a la sobrecarga adaptando el tejido para tolerar las nuevas exigencias. Por consiguiente, al trabajar la fuerza hay que forzar los músculos adecuadamente para hacerlos mas fuertes y más capaces de tolerar una mayor carga de trabajo.

 

Una vez que se han adaptado los músculos, ha de incrementarse la carga para que continúen aumentando su fuerza. En este punto el entrenamiento de la fuerza se describe como un entrenamiento progresivo de la resistencia. Los músculos se adaptan para soportar una carga concreta.

 

El entrenamiento provoca adaptaciones especificas de los tejidos al tipo de trabajo al que son sometidos. Para que se produzcan estos cambios es necesario emplear mucho tiempo, por lo que los errores del entrenamiento tardaran mucho en corregirse. En cualquier programa de entrenamiento para trabajar los músculos debemos considerar tres factores fundamentales:

 

· La intensidad o el grado.

· La duración o el tiempo.

· La frecuencia.


 

EXISTEN CUATRO TIPOS DE ACCION MUSCULAR.

La fuerza isotónica: disminuye a través de los distintos movimientos ya que la fuerza generada es mayor que la resistencia contra la que actúa. Un ejemplo típico es la clásica flexión.


La fuerza isométrica: el músculo no cambia su longitud, ya que la fuerza que genera es igual a la resistencia contra la que actúa. Se conoce también como fuerza estática y se desarrolla sobre todo en las disciplinas de grappling como el Judo y la Lucha.

 

La fuerza hipocinética: el músculo acorta su longitud mientras trabaja al máximo a través de los distintos movimientos. La resistencia va aumentando progresivamente a través del movimiento.

 

La fuerza pliométrica: es la habilidad de los músculos para actuar de modo explosivo. Se conoce también como fuerza dinámica y es aplicable a las disciplinas de golpeo como el Taekwondo, el Karate, el Kick-Boxing y el Thai-Boxing.

 

LESIONES FRECUENTES EN PELEADORES DE ARTES MARCIALES MIXTAS

Las MMA (Artes Marciales Mixtas) es un deporte de combate de contacto pleno en donde los atletas son frecuentemente sometidos y reciben fuertes impactos. Es común ver a luchadores profesionales lesionados, principalmente por la cantidad de golpes recibidos y de los entrenamientos tan exigentes. Así, las contusiones son las lesiones más recurrentes.

El estudio

De acuerdo con un estudio realizado por el departamento de emergencias médicas de la Universidad de medicina John Hopkins, el promedio de lesiones en un evento de MMA es del 23.6 %. Entre el 2002 y el 2007, los investigadores presenciaron 635 peleas profesionales y en 300, de un total de 1270, los luchadores terminaron con alguna lesión.

El estudio indicó que las lesiones más comunes fueron heridas y fracturas en las piernas, puños o manos. Las lesiones más severas (patadas en la cabeza que causan daño cerebral) corresponden al 3 % del total. En todo el estudio no se registraron situaciones que pusieran a los luchadores en peligro de muerte.

Conmociones

Los golpes recibidos en la cabeza durante las luchas pueden causar contusiones, el tipo más común de lesión traumática cerebral. Normalmente hay pérdida temporal de función cerebral, lo que puede causar síntomas a corto plazo, como amnesia y pérdida de equilibrio o coordinación motora. Y a largo plazo, repetidas contusiones aumentan el riesgo de demencia, mal de Parkinson y depresión en edad más avanzada. Según el estudio de la Universidad de Medicina Johns Hopkins, las conmociones severas representan un 3 % del total de las lesiones en MMA. En el UFC, cualquier luchador que es noqueado recibe una suspensión preventiva de tres meses.

Cortaduras

Las lesiones más comunes en MMA son los cortes, cuando la piel es abierta por los golpes del adversario. A pesar de ser leve, ese tipo de lesión es en buena parte responsable de la gran cantidad de sangre que se ven en los octágonos y genera un aspecto muy desagradable. El rostro es el "blanco" preferido de los cortes, principalmente cuando es alcanzada por partes más "duras" como rodillas y codos. Pero los guantes de MMA también pueden causar cortes lo suficientemente grandes para concluir un combate, dependiendo del ángulo del golpe.

Inflamaciones

Los tendones de las articulaciones del cuerpo pueden inflamarse a causa de factores comunes en MMA, como ejercicios repetitivos o exceso de carga en una zona, causando dolor intenso y restringiendo los movimientos. Una de las lesiones más comunes es la del mango rotador, un grupo de músculos y tendones que estabilizan la articulación del hombro (una de las más exigidas en MMA) y que es exigido en casi todas las acciones. Ese tipo de lesión también es común en nadadores y atletas de deportes de tiro.

Fracturas

A pesar de ser normalmente la principal "arma" para atacar al adversario, la mano es un miembro frágil del cuerpo, repleta de pequeños huesos que pueden quebrarse por cualquier movimiento en falso. Es común la fractura de la mano durante el entrenamiento, por ejemplo, a raíz de un error en el ángulo que involucre golpes exige manos vendadas o guantes. Una de las fracturas más comunes es la del quinto metacarpo, también conocida como "fractura del boxer" y se produce como consecuencia de un golpe frontal contra una superficie dura, como un hueso del oponente.

Distensiones

Las distensiones ocurren cuando un músculo se estira más de lo que su capacidad le permite, causando la ruptura de algunas fibras musculares o de todas ellas, dependiendo del grado de lesión. Un escenario común de distensiones es la prácticas de patadas altas, en que la pierna se mueve bruscamente para arriba, que puede lesionar el músculo posterior del muslo, por ejemplo. Lo más probable es que estas lesiones se produzcan en músculos que no fueron calentados antes de una pelea o que sufren agotamiento por exceso de entrenamiento de una lesión anterior.

Rotura de ligamento

Una de las lesiones más temidas en MMA es la rotura de uno o más ligamentos, que puede dejar a un atleta de combate por periodos muy largos (a veces un año entero). La más común es la del ligamento cruzado anterior de la rodilla, que sirve para estabilizar la articulación. A pesar de ser bastante resistente, el ligamento puede romperse por varios factores: rotación indebida, impacto, sobrepeso y fatiga muscular. Una pisada en falso o una carga excesiva al defender una caída, por ejemplo, son capaces de causar la lesión y dejar a un luchador fuera de combate durante meses.

Oreja de "coliflor"

Técnicamente una lesión, pero en la práctica un denominador común que carga la mayoría de los luchadores de MMA. La llamada "oreja de coliflor" es una acumulación de lesiones en el cartílago de la oreja, causadas por golpes o fricción contra el suelo, en el caso de los practicantes de jiu jitsu. Los hematomas creados por la rotura de vasos sanguíneos separan el cartílago de la membrana que suministra los nutrientes. Como resultado de esto, el cartílago muere y se crea un tejido fibroso en la piel. La oreja se deforma y se hincha, con el aspecto de una coliflor. Además de los luchadores, los jugadores de rugby también suelen presentan esa lesión.

Nervios comprimidos

Un riesgo que afecta principalmente a los practicantes de lucha libre es el nervio comprimido, que normalmente ocurre cuando un luchador cae de mal modo y pincha un nervio en el cuello o en la espalda. La lesión es dolorosa y puede causar una sensación de adormecimiento o debilidad en partes del cuerpo que se conectan con el nervio dañado, o más grave aún, paralización. Los síntomas pueden permanecer durante días y hasta meses después de la lesión, irradiando dolor e incomodidad hacía otros puntos del cuerpo. La fisioterapia puede ser efectiva, pero algunos casos necesitan de cirugía.

Luxaciones

Las luxaciones suceden cuando uno o más huesos son desplazados bruscamente de su articulación. Los motivos más comunes para ese tipo de lesión en las luchas y entrenamientos son las inmovilizaciones y finalizaciones utilizadas en el jiu-jitsu y en lucha libre. Las articulaciones que suelen sufrir las luxaciones son, principalmente, codos, rodillas y hombros. Aunque no haya luxación, es común que un luchador sufra dolores articulares a causa de la hiperextensión provocada durante los entrenamientos en la práctica de finalizaciones de los combates.

Hernias de disco

La hernia de disco, que se produce cuando el núcleo pulposo de uno de los discos que se ubica entre las vértebras de la columna "rebasa" sus límites normales, puede causarse en el transcurso de traumas o exceso de esfuerzo sobre la espalda y están vinculados a un desequilibrio muscular en la zona. Los síntomas varían entre dolores en la espalda, que pueden llegar hasta las rodillas, y hasta sensación de adormecimiento en las piernas. La fisioterapia y la medicación antinflamatoria son los tratamientos más comunes, aunque en algunos casos exige cirugía.

IMPACTO DE UN UNICO COMBATE

Al igual que en otros deportes de combate, la lucha impone un estrés característico sobre el cuerpo (8, 9). Desde un punto de vista metabólico, durante una lucha el equilibrio ácido-base se ve severamente perturbado.

 

Por ejemplo, una lucha estilo libre o de nivel universitario dura entre 6 y 8 minutos (incluyendo el tiempo extra) y puede provocar un incremento en la concentración de lactato sanguíneo hasta 15 y a veces hasta casi 20 mmol/L .

 

test máximo en cinta ergométrica puede provocar un incremento en los niveles de lactato de hasta 10 mmol/L (1). El lactato afectará directamente los mecanismos contráctiles del músculo interfiriendo con las interacciones de los puentes cruzados de actina y miosina. Por lo tanto, los luchadores deben tener la capacidad de amortiguar la alta acidez muscular y sanguínea para poder manifestar los niveles óptimos de fuerza y potencia tanto durante el entrenamiento como durante la competencia.

 

La capacidad para tolerar esta perturbación en el equilibrio ácido-básico con los sistemas amortiguadores intracelulares (bicarbonato) y extracelulares (fosfatos) es un fenómeno entrenable. Esto requiere que se realicen entrenamientos de sobrecarga con pausas cortas o entrenamientos fraccionados tradicionales (1, 7). La adaptación característicamente llevará aproximadamente 8 semanas, lo cual demuestra la necesidad de incorporar programas de acondicionamiento en la pretemporada que comiencen durante los meses de verano.

 

También es vital que la musculatura del tren superior sea entrenada de esta manera para así incrementar su capacidad de adaptarse a los dramáticos cambios ácido-base que ocurren durante una lucha.

 

En un programa de entrenamiento, la inclusión de un protocolo de entrenamiento de sobrecarga con formato de circuito y pausas reducidas a 1 minuto entre las series y ejercicios y con ejercicios para todo el cuerpo (e.g., envión colgante) es una forma de mejorar el estatus ácido-base (7). Se debería programar un período de 4-6 semanas para realizar reducciones progresivas en las pausas. Una vez que se han alcanzado pausas de 60 segundos, se requerirán otras 6-8 semanas para optimizar la capacidad de amortiguación.

 

Desde este punto de vista, el principio de “periodización” tendrá un impacto significativo sobre el diseño del programa para los luchadores. Por ejemplo, el entrenamiento en circuito no mejorará la potencia muscular; sin embargo, si mejorará la capacidad amortiguadora en ejercicios con sobrecarga, lo cual es muy similar a lo que el luchador experimentará durante la competencia. Señalado esto, la fuerza absoluta y la potencia en estado no fatigado, tampoco deben descuidarse durante los programas de entrenamiento de pretemporada o de temporada competitiva.


Recuerde que la fuerza es el principal componente de la potencia, por lo tanto la cuidadosa manipulación del desarrollo de la fuerza con el desarrollo de la potencia/resistencia es una prioridad para el éxito en la lucha.